Ratios Financieros: ¿Cómo analizarlos e interpretarlos?
El análisis de ratios financieros es una de las mejores herramientas con las que se puede contar para conocer la situación de una empresa. Con ellos se puede determinar la capacidad de pago que tiene una empresa para hacer frente a sus obligaciones, evaluar su eficiencia operativa, y determinar si es rentable.
En este artículo te explicaremos qué son los ratios financieros, y te contaremos para qué sirven cada uno de ellos.
¿Qué son los ratios financieros?
Los ratios financieros son una herramienta de análisis que se utiliza para conocer el estado y la salud financiera de una empresa. Ellos proporcionan información sobre diferentes aspectos, principalmente, sobre la rentabilidad, la eficiencia operativa y la solvencia.
De esta manera, puede haber ratios de liquidez, ratios de rentabilidad, ratios de endeudamiento y muchos otros más. En términos matemáticos, es una relación que se establece entre dos variables, para dar cuenta de la situación en la que se encuentra una empresa.
¿Para qué sirven los ratios financieros?
Gracias a los ratios financieros, una empresa puede saber si su gestión es positiva o negativa, y obtener datos de valor para mejorar la toma de decisiones. Cuando se analizan, se pueden descubrir tendencias, anticipar cualquier tipo de problema, y buscar soluciones que ayuden a mejorar la situación.
Estos ratios, además, permiten que las empresas puedan hacer benchmarking para comparar su desempeño con el de otras empresas, y tener una visión más completa de la efectividad de su gestión a lo largo del tiempo.
Tipos de ratios financieros
Los ratios financieros, como mencionamos antes, cubren diferentes aspectos de una empresa, por lo que se dividen en varias categorías, según su función y los datos que analiza. En este apartado te hablaremos de esas categorías y te daremos algunas fórmulas de ratios financieros.
Ratios de liquidez
Los ratios de liquidez, como se puede deducir por su nombre, sirven para conocer el nivel de liquidez de una empresa, y medir cuál es su capacidad de cumplir con sus obligaciones en el corto plazo. Es decir, gracias a ellos se puede saber el grado de solvencia que tiene, y determinar si puede pagar sus deudas en el plazo de vencimiento.
En general, podemos hablar de al menos tres tipos de ratios de liquidez:
1. Ratio de liquidez corriente o general.
Indica si se cuenta con suficientes activos corrientes para cubrir los pasivos a corto plazo. Su fórmula es:
- Ratio de liquidez = activos corrientes / pasivos corrientes.
2. Ratio de prueba ácida
Es similar al ratio de liquidez corriente, con la diferencia de que en este ratio se excluye el inventario de los activos corrientes, ya que son un activo con muy poca liquidez. Su fórmula es:
- Ratio de prueba ácida = (activos corrientes - inventarios) / pasivos corrientes.
3. Ratio de liquidez inmediata
Este ratio calcula la capacidad de la empresa de cubrir sus obligaciones tomando en cuenta nada más el efectivo y los equivalentes de efectivo. Su fórmula es:
- Ratio de liquidez inmediata = (efectivo + equivalentes de efectivo) / pasivos corrientes.
Ratios de solvencia
Aunque suele generar confusión, hay que señalar que no es lo mismo liquidez que solvencia. Los ratios de solvencia se utilizan para saber si la empresa se encuentra en estado de quiebra o de equilibrio, tomando en cuenta la capacidad que tiene para cumplir con sus obligaciones en el largo plazo.
Dentro de esta categoría se encuentran los siguientes ratios:
- Ratio de deuda a capital, que sirve para comparar la deuda total de una empresa con su capital propio.
- Ratio de cobertura de intereses, con el que se evalúa la capacidad de la empresa de pagar los intereses a sus acreedores.
- Ratio de solvencia, que compara los activos totales con los pasivos totales, para conocer la posición financiera de la empresa.
Ratios de rentabilidad
De analizar la capacidad de una empresa para hacer frente a sus obligaciones, pasamos a evaluar su desempeño financiero con los ratios de rentabilidad. Es decir, este tipo de ratios financieros sirven para determinar la capacidad que tiene la empresa de generar ganancias.
Generalmente, se analizan tomando en cuenta los ingresos, los gastos y los activos que posee la empresa. Con ellos se puede conocer el margen de beneficio bruto, el margen de beneficio neto, el retorno sobre los activos (ROA), el retorno sobre el capital invertido (ROIC), y el margen de utilidad operativa, entre otros más.
Ratios de endeudamiento o apalancamiento
Los ratios de endeudamiento o apalancamiento sirven para conocer cuál es el nivel de endeudamiento que tiene una empresa en relación a su capital propio. Regularmente, son utilizados por los inversores para evaluar cuál es el riesgo financiero de una empresa.
Su fórmula es:
- Ratio de endeudamiento o apalancamiento = (pasivos / patrimonio neto)
Esta fórmula puede tener algunas variaciones, dependiendo de si el análisis se hace a corto o a largo plazo.
Ratios de gestión o actividad
Los ratios de gestión o actividad, también conocidos como ratios de eficiencia, miden la eficiencia con la que una empresa utiliza sus recursos para generar ingresos. Con ellos se obtiene información de valor sobre los inventarios, la forma en la que se utilizan los activos, y la eficiencia operativa.
En esta categoría podemos hablar de los ratios de rotación de cartera, rotación de inventarios, periodo medio de pago a proveedores, rotación de caja y rotación de activos totales, entre otros más.
Importancia de los ratios financieros
Los ratios financieros de una empresa ayudan a conocer su salud financiera, y se suelen utilizar con el propósito de tomar decisiones informadas. A los inversores, por ejemplo, les permite hacer un análisis de riesgo y saber con precisión si una determinada empresa es una buena opción para invertir.
Asimismo, pueden ser utilizados por los gerentes para hacer benchmarking, identificar patrones y tendencias, y tomar decisiones que impacten en el bienestar de la empresa y sus accionistas.
¿Cómo interpretar los ratios financieros?
La interpretación de ratios financieros no suele ser una tarea complicada, porque dependiendo de los resultados se puede saber el estado de la empresa. Si por ejemplo, el ratio de liquidez corriente es mayor a 1, se puede decir que la empresa cuenta con suficientes activos corrientes para hacer frente a sus obligaciones, en caso contrario, es señal de que hay problemas.
Esto se puede aplicar para todos los tipos de ratios financieros, y con ello, además, se puede hacer una comparación con el desempeño que se obtuvo durante otro periodo, o evaluar qué tan bien se está en relación a otras empresas, por ejemplo.
