Todos los agostos el apacible pueblo de montaña de Jackson Hole (Wyoming, USA), se convierte en el epicentro de las finanzas mundiales cuando descienden sobre él los principales banqueros y economistas para el Simposio Económico organizado por la Reserva Federal de Kansas City. El plato fuerte del evento es el discurso del gobernador del FED, Jay Powell, que no decepcionó. 1,300 palabras, muy bien escogidas, le bastaron para pinchar el globo del optimismo de los mercados financieros. Lo único que le importa al FED, dijo, es que la inflación caiga a niveles de 2%. Para hacerlo, las tasas de interés deberán mantenerse altas “durante un periodo sostenido.” Esto “traerá dolor a hogares y a empresas.”
En busca de la credibilidad perdida
Como comenté hace unos días en Semana Económica, Powell quiere que el mercado deje de verlo como Arthur Burns, su predecesor en el FED de los 70’s, que permitió que la inflación trepe a niveles de 15%. Su discurso consiguió que lo vean más parecido a Paul Volcker, quien tras suceder a Burns el el FED subió la tasa de Fed Funds a 20%, provocó una recesión que llevó el desempleo a más de 10% y generó protestas masivas en Estados Unidos. Esto le valió amenazas de muerte, pero nada ni nadie le decía a Paul Volcker lo que tenía que hacer. Su acción decidida controló la inflación.
De vuelta en agosto 2022, la respuesta de los mercados no se hizo esperar. El “rally” que se inició a mediados de Junio terminó súbitamente. Las acciones globales (MSCI World Index) borraron las ganancias y acabaron el mes en -4%; el principal índice de bonos (Bloomberg Aggregate Bond Index) cayó 3%; y como siempre a los activos más especulativos les fue aún peor. Bitcoin cayó 16%, demostrando una vez más que no sirve como cobertura contra la inflación, ni tampoco como diversificador del portafolio.
“Reset” de Expectativas
Pese a la violencia de la caída, las expectativas de corto plazo no cambiaron demasiado. La probabilidad de un alza de 0.75% en la próxima reunión del Comité de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) se mantiene en 66%. Y el mercado no cree que la tasa de Fed Funds va a subir más de lo que se pensaba pre-Jackson Hole: el “pico” de tasas se espera en 3.75% / 4% para el primer trimestre del próximo año. Lo que sí ha cambiado es la expectativa de que las tasas se mantendrán en niveles altos durante más tiempo, con la posibilidad de un mayor daño a la economía. Los mercados quedan avisados: a Jay Powell hay que tomarlo en serio.