Los mercados financieros iniciaron setiembre con buen pie, hasta que el dato de inflación “core” en Estados Unidos dio cuenta de una inesperada aceleración. Los mercados incorporaron la expectativa de mayores tasas de interés de corto y largo plazo, y se avivaron los temores sobre una recesión global. El MSCI World Index, principal parámetro de referencia global de renta variable, retrocedió 9.3% en el mes, cayendo hasta niveles de octubre 2020; en renta fija, el Barclays Aggregate Bond Index bajó 4.3%. Ni siquiera los commodities sirvieron de refugio: el Bloomberg Commodity Index retrocedió 8.4%.
La anexión fantasma
Rusia elevó las tensiones geopolíticas al organizar “referendums” a punta de pistola en los territorios ocupados en Ucrania, para luego proclamar la anexión de cuatro regiones. Dichas anexiones, sin embargo, penden de un hilo gracias al sorprendente éxito del ejército ucraniano en la recuperación de los territorios ocupados. Estados Unidos y países aliados rechazaron los anuncios de Putin y anunciaron nuevas sanciones económicas, luego de lo cual el gasoducto Nord Stream, que lleva el gas ruso a Europa, fue saboteado misteriosamente. Este entorno continúa pesando en las perspectivas económicas del continente, visible en las expectativas empresariales en Alemania, que se encuentran en el nivel más bajo desde la crisis covid.
U-turn in the UK
En este ambiente de incertidumbre macroeconómica y geopolítica, la flamante Prime Minister del Reino Unido, Liz Truss, presentó un presupuesto que implicaba reducciones impositivas sin financiamiento aparente. Los mercados entraron en pánico ante la perspectiva de una explosión del déficit fiscal. La libra esterlina y los gilts -bonos soberanos del gobierno británico-cayeron en picada. El riesgo-país de UK se ubicó por encima del de Italia, después de que los italianos eligieran al gobierno más derechista desde Mussolini. En una acción inusual, el Fondo Monetario Internacional criticó la política fiscal del Reino Unido. La caída de los activos solo se detuvo con la intervención del Banco Central. Al final Truss se vió obligada a dar marcha atrás a los recortes impositivos, pero no sin haber dejado la impresión de que no entiende what’s going on.
Diversificación ante todo
Hacia fines de mes, la atención se centró en el supuesto colapso de uno de los gigantes bancarios de Suiza, Credit Suisse. Los indicadores de riesgo crediticio del banco llegaron a niveles similares a los de la crisis financiera del 2008. En opinión de analistas financieros, sin embargo, lo que enfrenta la empresa es un evento de dilución en las acciones, mas no la desaparición a lá Lehman. El episodio de Credit Suisse resulta más indicativo de un mercado extremadamente nervioso, donde los rumores pueden tener un gran efecto sobre los activos. Por esto, reitero mi consejo de hace unas semanas, y que aplicamos en los fondos de Blum SAF: no tiene sentido tener grandes concentraciones en emisores particulares en un portafolio personal. Cualquier emisor, incluso uno de los principales bancos del mundo como Credit Suisse, puede experimentar una caída drástica en cualquier momento. Los vehículos bien diversificados, como los fondos mutuos, pueden tener periodos de desvalorización, pero eventualmente se recuperan.